
MECba. Jueves 27 de marzo de 2008
Desde la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia en el 2003, se inició en la Argentina un proceso de profundas transformaciones. Nuestro país asumió como política de Estado la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, empezamos a recuperar el sistema educativo que nos había dejado el menemismo, rompimos con el consenso de Washington, volvimos a trabajar en la construcción de la Patria Grande junto a nuestros hermanos latinoamericanos y lo que es mas importante: apostamos a construir un nuevo Proyecto Nacional basado en el desarrollo industrial con trabajo digno para todos. Poco a poco el Estado fue recuperando su presencia y fijando reglas de juego con el objetivo de iniciar un proceso de distribución del ingreso. Así el pueblo argentino fue pasando de la resistencia a la posibilidad de construir una nueva patria para todos y ratificó este rumbo el 23 de octubre del 2007, dándole la victoria a Cristina Fernández de Kirchner.
Con ese apoyo popular, este gobierno empezó a tocar intereses concretos del poder y por eso le empezó a poner límites a la voracidad de los sectores rurales de mayor rentabilidad, que querían seguir ganando oro en polvo a costa del hambre de todos los argentinos.
Durante la convertibilidad, se eliminaron las retenciones y casi nos quedamos sin productores con el uno a uno. Desde la llegada de Kirchner, los sectores rurales comenzaron a tener competitividad, no solamente por el alza en los commodities, sino también por el tipo de cambio que sostiene la argentina como parte de una política estatal que también surge de la utilización del superávit fiscal.
Pero eso no es todo. Los “piqueteros de la abundancia” también se benefician con los precios de los combustibles desacoplados de los precios internacionales, que están subsidiados por todos los argentinos. Y lo que es peor aún, los productores pagan tarifas y salarios en pesos y los peones rurales son los peor remunerados y los más sometidos al trabajo en negro del país.
Si no hubiera retenciones, los alimentos básicos serían inaccesibles para el pueblo, por eso este mecanismo tiene un efecto redistributivo que permite también pagar compensaciones, por ejemplo al sector lechero, porque sin ese subsidio la leche estaría también a un precio altísimo.
Entre el 13 y el 23 de marzo han salido exportaciones por 402 millones de dólares, por eso decimos que este golpe económico es contra los argentinos, porque las exportaciones y las ganancias siguen siendo siderales.
Estamos convencidos de que la redistribución del ingreso se hace sacándole a los sectores que tienen rentas extraordinarias para reinvertir en obras de infraestructura, líneas de crédito, y acciones de gobierno que favorezcan a los sectores mas golpeados por el neoliberalismo.
Por todo esto, ratificamos nuestro pleno respaldo al Gobierno Nacional encabezado por Cristina Fernández de Kirchner y denunciamos el Golpe Económico que están impulsando los sectores de la oligarquía terrateniente que fue cómplice del genocidio iniciado el 1976, la misma que ahora, con la excusa de un conflicto rural, intenta terminar con este proceso de cambios y volver al país de unos pocos que tuvimos en los 90. Vamos a estar en la calle defendiendo las conquistas que el pueblo logró en estos cuatro años para seguir construyendo una patria para todos.
Movimiento Evita - Córdoba Capital