NACIONALES

Las elecciones legislativas y el Movimiento Nacional

CONSTRUIR LA VICTORIA Y ORGANIZAR LA ESPERANZA










Por Matías Bonansea

Las elecciones legislativas que se realizarán el 28 de junio de 2009 tienen un significado particular porque, a través del voto, millones de argentinos ratificarán el proceso de cambio, iniciado con la llegada de Néstor Kirchner a la Rosada el 25 de mayo de 2003 y continuado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner luego del triunfo popular de octubre de 2007.
En esta elección creemos que es necesario plesbicitar la gestión de Cristina Fernández, porque luego del conflicto con el poder económico agropecuario, los ataques del sistema concentrado de medios y los intentos de la oposición por sacar partido del clima destituyente, resulta imprescindible que el pueblo se exprese en las urnas para que todos sepamos cual es la voluntad de la mayoría y acatemos el mandato soberano. Solo de esta manera podremos dimensionar cual es el apoyo social que conserva el proyecto de cambio y que respaldo electoral tienen los sectores que intentan interrumpir mediante la fuerza el proceso democrático Argentino.
Pero no hay que engañarse. Sea cual fuere el resultado, el gobierno seguirá apostando a profundizar el cambio y la oposición buscará por todos los medios frenar este camino de transformaciones: Se defiende el interés público o el interés sectorial, la distribución del ingreso o la concentración de la riqueza, la reconstrucción del Estado para la regulación de la economía o el regreso a las políticas que hoy se caen a pedazos en el marco de la crisis internacional. Esta puja estructural no se puede eludir más. O se está de un lado o se está del otro.
Para garantizar la continuidad de este proceso de reconstrucción nacional es necesario que el kirchnerismo se consolide como la primera fuerza. Por eso es correcta la desición de Kirchner de presentarse a la cabeza de la lista de diputados por la provincia de Buenos Aires. Pero además nuestro movimiento debe hacer la mejor elección posible en los distritos mas complicados, porque esto nos permitirá reconstruir la política de cara a los desafíos que tenemos por delante. Y quizás esto ultimo sea lo más importante.
Tenemos que esforzarnos para garantizar la estabilidad legislativa de este proyecto, reteniendo la mayoría sobre ambas cámaras, para que el poder Legislativo acompañe las leyes que el Ejecutivo enviará con el objetivo de avanzar en la construcción de una Patria para todos. Por eso debemos llevar al Congreso a Patricia Vaca Narvaja y a los candidatos que, como Patricia, representen mejor el Proyecto Nacional. Esa es la primera gran tarea que tenemos los cordobeses y cordobesas comprometidos con la nueva Argentina.
Pero también tenemos una segunda gran tarea que es tan importante como la primera: construir la fuerza de Kirchner en la provincia de Córdoba a partir de este proceso electoral. Organizando a los profesionales, a los estudiantes, a las mujeres, a los jóvenes, a los trabajadores y a los dirigentes del sector productivo que se acercan todos los días preguntando como pueden ayudar a consolidar este proyecto. Desarrollar una fuerza territorial con capacidad de identificar la problemática de los barrios para resolverla en articulación con el Estado, rompiendo la lógica del clientelismo político. Construir una dirigencia que realmente represente a los diferentes sectores organizados de la sociedad y no las ambiciones de individuos que buscan enriquecerse con la política. En fin, desarrollar un Movimiento amplio y plural, que sea capaz de proponer e impulsar un proyecto de reconstrucción provincial, basado en la producción diversificada, el trabajo y la inclusión social, profundamente articulado con el Proyecto Nacional y Popular en marcha. La verdadera renovación política pasa por organizar al pueblo y poner al Estado al servicio de la justicia social. Todo lo demás es propaganda.
Construir la Victoria Nacional y Organizar la Esperanza. Las dos tareas centrales que debemos llevar adelante en la Provincia de Córdoba para profundizar el cambio.